Aquí te dejamos la entrevista que le han hecho a una de nuestras asociadas, Rachel García en SportLife. A nosotras, ella nos inspira mucho. No sólo por ser la primera mujer en subir el glaciar más grande del mundo, también por su mirada del mundo que ella vive y que nos trasmite en cada expedición. Ella nos hace más grandes como asociación. Y lleva el nombre de la AMDP a remotos lugares donde siempre arranca sonrisas y nos trae su mirada llena de humildad ante tantos paisajes humanos y lugares que sólo ella es capaz de afrontar.
Aquí tienes la entrevista completa.
Una mirada cercana a la vida de Rachel García, una mujer cuyo coraje y compromiso la convierten en un referente en el deporte y en la defensa de un mundo más consciente y equitativo.
Deportista profesional, Rachel lleva sus límites a entornos extremos alrededor del mundo, transformando cada desafío en una oportunidad para la exploración cultural, el diálogo sobre la igualdad y un profundo homenaje a la naturaleza.
Rachel ha forjado un camino excepcional en el ámbito de las expediciones, enfrentándose a retos históricos en lugares como el Himalaya de Nepal, Irán, el Kurdistán turco y Perú.
Su espíritu explorador la llevó a ser la primera española y segunda mujer del mundo en realizar una travesía épica por el Himalaya de Nepal, recorriendo más de 1.000 kilómetros y superando un desnivel de 35.000 metros en 66 días. En esta aventura, la resistencia se unió a encuentros culturales memorables y desafíos personales:
En aldeas remotas, Rachel vivió momentos de conexión humana, como el de una mujer de etnia Gurung que, asombrada por su aspecto, intentaba “quitarle las pecas” de la mano. A lo largo de la travesía, superó tres gastroenteritis y una mordedura de perro (contexto que investigaba el comportamiento animal con extranjeros). Una parada forzosa en Bigu Gompa, un monasterio de anis (mujeres lama) cerca de la frontera con Tíbet, le permitió presenciar por primera vez una puja budista, una experiencia que describe como uno de los momentos más mágicos de su viaje.
El propósito de Rachel va más allá del logro personal; busca evidenciar la capacidad, la fortaleza y la inmensa resiliencia de la mujer en la aventura y la exploración. Esta convicción se reforzó en un viaje al Damavand en Irán, donde su intento de ascensión se vio frustrado por una clara discriminación de género. Como relata su compañero Alberto Cardoso, vocal de Seguridad y Medioambiente de la Federación Vizcaína de Montaña y miembro del Comité de Seguridad Vasca de Montaña: “La gestión hacia las mujeres y ellas lo notaron en primera mano desde el principio, a mitad de la montaña decidieron los guías que ellas no subían y los demás subimos… me generó un problema de mal de altura por el exceso de ritmo que nos imprimieron para romper esa cordada”. Esta dolorosa experiencia se transformó en una valiosa lección sobre los obstáculos inesperados y la importancia de la adaptación.
Recientemente, en el Kurdistán turco, Rachel y su equipo alcanzaron las cimas de dos de los tres volcanes más altos de la región, rozando la del imponente Ararat. En esta expedición, las condiciones meteorológicas extremas fueron factores determinantes.
Para Rachel, “la cima son unos minutos; el camino es lo que marca donde está la aventura y las experiencias“. Este mantra guía sus retos. Estas expediciones siempre incluyen una destacable labor social, organizando campamentos sanitarios con el cardiólogo Juan Pablo Hernando y llevando material escolar, juguetes y ropa a comunidades con menos recursos.